Si bien vale la pena leer el texto completo que aquí les acompaño, intentaré recuperar algunas de sus palabras porque aún hoy las sigo recordando. (1)
“La ocasión es, digamos, una grieta en el tiempo, una brusca expansión del instante. Una isla que obliga al agua del gran río fluyente a pegar un rodeo. Significa un pequeño brinco de libertad, un ensanchamiento del horizonte, un nuevo punto de vista. Todo puede convertirse en ocasión, nuestro propio cuerpo, la ciudad, el paisaje, las demás personas, las ideas, todo "lo que está ahí", sea lo que sea, puede abrirse en ocasiones o permanecer cerrado y Por qué elegí esta metáfora de la ocasión para enmarcar lo que se va a discutir en estas jornadas… Muy sencillo: no encontré otra manera de dar un sentido a lo que hacemos aquí adentro sin perder de vista eso que está ahí afuera, lo que nos rodea y llamamos "nuestra realidad" con sus dos caras contrapuestas y brutales, una flagrante y la otra opaca. La flagrante del mudo, ajeno. Puede encenderse en significaciones o quedar inerte, presa ciega del tiempo hambre, la gente que anda errante, los dos viejos –viejo y vieja– que vi tendiendo la sábana sobre un colchón que habían instalado en la vereda, los chicos que a veces preguntan si tiene uno "algo que le dé" y otras veces solamente miran, todos los que andan de acá para allá con los ojos vacíos, sin entender por qué les toca lo que les toca y preguntándose si eso es todo lo que les va a tocar, o esperan quietos, achuchados, en algún borde, la consumación de su destino. ¿Cómo hacerse cargo de esa indecencia? ¿Qué discurso puede uno construir que no la escamotee o la cubra de sospechoso silencio? ¿Y cómo hacer para no escamotear además la otra cara, la opaca, de la llamada "nuestra realidad"; la inescrutable, compacta y enmarañada cara del poder, engañosa como un espejo distorsionante?”
Somos seres temporales, el tiempo está presente en cada cosa, en cada vínculo interpersonal, en todo o en casi todo. Intento pensar en algo atemporal y la verdad me cuesta encontrar ejemplos. Por eso me pareció interesante la metáfora de Montes sobre la ocasión. Me adelanto y creo no equivocarme a los pensamientos de ustedes mientras van leyendo estas líneas: a dónde conduce la evocación de semejante metáfora, será que en las líneas siguientes nos propondrá una clase de Lengua y Literatura. No, nada más lejano a mi intención, simplemente quisiera interrumpir por un momento sus quehaceres, sus preocupaciones, su rutina, su tiempo. Quisiera crear una “ocasión”, en los sentidos aludidos por Graciela Montes, pero no para hablar de la lectura ni siquiera de la lectura en la escuela, sino de la escuela y las ocasiones que creamos, en forma intencional o espontánea y las que debemos crear, porque de eso se trata enseñar y aprender con sentido. Podría mencionar muchos ejemplos vividos, compartidos en nuestro Instituto en que hubo ocasiones, de esas que no se olvidan fácilmente y quedan en nuestra memoria. Esos momentos que irrumpen en las rutinas, que sirven para crear, que nos encienden la vida, que nos inyectan esperanzas, que nos permiten reflexionar sobre aquello que está naturalizado, que nos posibilitan soñar con un mundo mejor, que nos permiten encontrar algo de nosotros mismos o de los demás que desconocíamos, que nos permiten juntarnos en el afecto. Hace pocos días tuvimos una hermosa ocasión, no es ni será la única, y me refiero a la preparación y concreción de la celebración del Bicentenario Patrio, una hermosa experiencia que incluyó a toda la escuela desde jardín, pasando por primaria y secundaria. Una oportunidad como argentinos para sentir que este es nuestro lugar desde dónde construimos nuestra vida, una oportunidad también para reflexionar y comprometerse porque somos parte de una historia común, con sus luces y opacidades, con coincidencias y diferencias.
La escuela tiene rutinas, prácticas que se reiteran y son necesarias pero también nuestra tarea se trata de repartir oportunidades, porque allí puede asomarse el cambio esperado, porque como dijo también Graciela Montes en la Feria del Libro que les comenté:
“Un repartidor de ocasiones tiene un papel de mucha importancia en esta sociedad cruenta, tendría que aprovecharlo.”
Con el afecto de siempre.
Miriam Alonso
Rectora del Nivel Medio
(1) Adjunto el texto completo de las palabras de la escritora Graciela Montes en la Feria del Libro 22 Julio del 2002. Leer |
